miércoles, 11 de abril de 2012

PRÍNCIPE VALIENTE CONOCE A SUPERMAN


Príncipe Valiente se publicó por primera vez el 13 de febrero de 1937. Desde entonces hasta 1971 Harold Foster fue el único responsable tanto de los guiones como de la realización gráfica de la obra, llegando a dedicar a la realización de cada página cincuenta horas de trabajo. En 1971, tras realizar unas pruebas a varios dibujantes, comenzó a colaborar con él John Cullen Murphy, quien empezó dibujando las viñetas previamente abocetadas por Foster. La página 1788, correspondiente al 16 de mayo de 1971 fue la última dibujada enteramente por el creador del personaje. En 1978 Murphy pasó a ocuparse por completo de la parte gráfica, aunque Foster siguió escribiendo los guiones hasta 1980: la última página con guion de Foster es la del 10 de febrero de 1980. Desde la semana siguiente Murphy pasó a ser el único responsable del cómic, e introdujo algunos cambios argumentales, trasladando la acción a la época bizantina: el emperador Justiniano I aparece varias veces como un tirano que amenaza el reino isleño de Aleta. Posteriormente, colaboraron con Murphy su hijo Cullen (editor de The Atlantic Monthly), quien se ocupó de realizar los guiones de la serie, y su hija Mairead, encargada de la rotulación y el coloreado de las planchas. En marzo de 2004 Murphy se retiró definitivamente, cediendo el testigo al ilustrador Gary Gianni. Actualmente, la serie continúa apareciendo cada semana en más de 300 periódicos estadounidenses.
En las historias originales de Siegel y Shuster, Superman era rudo y agresivo. El personaje se entrometía para detener a estafadores, gánsteres, linchamientos y casos de violencia doméstica, con una forma de actuar más brutal que la que tiene hoy en día y con un código moral menos estricto que al que están acostumbradas las audiencias actuales. Guionistas posteriores suavizaron al personaje y le infundieron un sentido de idealismo y un código moral de conducta. Aunque no tenía la sangre tan fría como Batman en sus primeras historias, el Superman que aparecía en los cómics de la década de 1930 no se preocupaba del daño que su fuerza pudiese causar, lanzando villanos de manera que lo más probable era que murieran, si bien dichas muertes rara vez fueron mostradas en forma explícita. Esto llegó a su fin en el año 1940, cuando el nuevo editor Whitney Ellsworth instituyó un código de conducta obligatorio para sus personajes, prohibiéndole a Superman matar.
Este cambio se reflejó en las mismas historias donde, ocasionalmente, ya fuera en la narrativa o en el diálogo, Superman recordaba haber jurado nunca tomar una vida humana y que, de llegar a hacerlo, colgaría su capa simbólicamente y se retiraría.
(DIBUJO REALIZADO A TINTAS Y ACUARELAS DEL PRIMER E INÉDITO ENCUENTRO ENTRE LAS DOS LEYENDAS DEL COMIC AMERICANO)

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