martes, 18 de enero de 2011

LA DOLCE VITA

La dolce vita (1960) es una película italiana dirigida por Federico Fellini. Se considera que este filme marca la separación entre sus anteriores trabajos neorrealistas y su posterior periodo simbolista.
Carente de una estructura tradicional en su trama, el filme presenta una serie de noches y mañanas a lo largo de la Via Veneto en Roma, vistas desde los ojos de su personaje principal, un reportero de crónicas sociales llamado Marcello (interpretado por Marcello Mastroianni). Marcello es un hombre que no está comprometido con nada, como lo demuestran sus relaciones con su simple y celosa amante Emma (Yvonne Furneaux), con una sofisticada mujer (Anouk Aimée) con la cual tiene una relación temporal, y una espectacular actriz americana de nombre Silvia (Anita Ekberg) a la cual sigue mientras ésta vaga en Roma (incluyendo la notable escena de su baño nocturno en la Fontana de Trevi) y con una multitud de otros personajes que habitan en Via Veneto. Marcello quiere dejar su trabajo como columnista de chismes para convertirse en novelista, pero parece que nunca es capaz de concentrarse lo suficiente para hacer algún progreso en sus escritos.
En la famosa primera escena del filme, Marcello está en un helicóptero para llevar al Vaticano una estatua de Jesús. En el camino, el helicóptero se para para observar a un grupo de mujeres que están tomando el sol en una azotea. Marcello pregunta a las mujeres por su número telefónico y éstas le preguntan hacia dónde lleva la estatua. El ruidoso motor del helicóptero evita el mutuo entendimiento. Este tema de la falta de comunicación se vuelve a tocar a lo largo del filme.
Entre los episodios más famosos de La dolce vita están la gran escena goyesca del falso milagro, donde dos niños mienten acerca de una supuesta aparición de la Virgen en las afueras de Roma, en donde se ve una multitud inmensa, y el episodio de Steiner (interpretado por Alain Curry), un amigo intelectual de Marcello con una vida familiar perfecta, quien termina asesinando a sus hijos y cometiendo suicidio. Tras la muerte de Steiner, Marcello se adentra en una vida sin sentido de orgías, el final es simbólico, hace mención al tema de la incomunicación, y a la decisión final de Marcello, terminando con una clara interrogación dirigida al espectador.
La dolce vita ganó la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cine de Cannes de 1960, y 2 Oscar de 1961 por Mejor Diseño de Vestuario (diseñado por el director artístico Piero Gherardi) y estuvo nominada a Mejor Dirección, Mejor Guión Original y a Mejor Dirección Artística.

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