lunes, 4 de febrero de 2013

EL WESTERN EN EL CÓMIC

Las primeras series de historietas dedicadas a los cowboys aparecieron en los años veinte en EEUU, logrando ya desde el principio un éxito notable. Una de las pioneras fue Young Buffalo Bill (El joven búfalo Bill), cuyo autor era Harry O’Neill. También fue de las primeras series que ofreció la United Features. A principios de los años treinta, esta se convirtió en Buckaroo Bill y, más tarde, se cambió el nombre por el de Broncho Bill. La historia se acabó centrando en las aventuras que llevaban a cabo los Rangers, un grupo de vigilantes juveniles armados con revólveres comandados por Bill. Otras series ambientadas en el salvaje oeste fueron escritas por hombres que antaño también habían montado a caballo. Es el caso de Fred Harman (1902-1982) quien fue criado en el rancho que su padre tenía en Colorado. Cuando se trasladó a Kansas City junto a su hermano, Harman se interesó por el novedoso arte de la animación y durante un tiempo trabajó junto a Walt Disney, otro “cartoonist” (creador de dibujos animados) de la ciudad. Pero cuando Walt se trasladó a Hollywood, Harman no lo siguió. Se quedó para realizar una serie de mucho éxito llamada Bronc Peeler. Bronc era un joven larguirucho y pelirrojo que se convirtió, pasado un tiempo, en un cowboy muy dotado en el manejo del caballo y la pistola, buen luchador y, por supuesto, muy atractivo. A Bronc le dio un compañero indio más joven, llamado Little Beaver, con la intención de llegar también a un público más joven. Más tarde, el nombre de Bronc fue cambiado por el de Red Ryder. Una serie de gran calidad fue White Boy, de Garreth Price (1896-1979). Era la historia de las aventuras de un chico al que capturaron los Sioux y que luego rescató una tribu rival. Price experimentaba mucho y sus dibujos eran muy atrevidos por lo que no pudo conquistar un público muy numeroso. La serie en cuestión cambió de nombre por Skull Valley y entonces pasó a narrar historias de forajidos galopantes y héroes enmascarados. Concluyó en 1936. Durante la década de los treinta aparecieron más series cuya historia transcurría en el viejo oeste. De la radio llegó The lone Ranger (El llanero solitario) y Stephen Slesinger creó King of the Royal Mounted, un cómic sobre la Policía Montada de Canadá. En México, apareció Adelita y las guerrillas. A raíz de sus estrenos cinematográficos, el cómic del oeste adquiere una gran bonaza en Europa, con series tan populares como El Pequeño Luchador (1945), Tex (1948), Dan Barry el Terremoto (1954), Yuki el Temerario (1958), Apache (1958) o Flecha Roja (1962), y en Argentina (Sargento Kirk, 1953). Gran éxito tienen su parodias Lucky Luke (1946) de Morris y Cocco Bill (1957) de Benito Jacovitti. A mediados de los 60, las tres grandes revistas franco-belgas competían con tres títulos del género: "Spirou" con la ya clásica Jerry Spring (1954) de Jijé, "Pilote" con El teniente Blueberry (1963) de Charlier/Jean Giraud y "Tintín" con Comanche (1969), de Greg/Hermann. (Lámina pintada con acuarelas de un famoso cómic del oeste dibujado por Gil Kane)

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